13 cosas sobre Javier Marías que nunca te atreviste a preguntar

Foto. Gorka Lejarcegi

Después del esfuerzo de ocho años de trabajo con la intrigante y oscura trilogía Tu rostro mañana, publicada entre 2002 y 2007, Javier Marías dudó “seriamente” si volvería a publicar novela. Pero ha vuelto… con Los Enamoramientos (ed. Alfaguara).

-40 años… desde que publicó su primera novela: “La releo y me cae simpática”. Tenía 19 años y acaba de cumplir 59. “Es muy latoso”, dice del aniversario.

-Y 40 son las lenguas a las que se ha traducido su obra, en 50 países, más de 6 millones de ejemplares vendidos.

-Cada 3 años… publica novela. Escribe “con calma”.

-“Cada libro que empieza, no cuenta lo que hice antes. Cuando empiezo uno nuevo siempre pienso: ¡se me ha olvidado escribir novelas!”.

-Sobre el amor y el enamoramiento: “Hay personas que aparecen en nuestra vida, nos caen en gracia”.

-¿Dolor del escritor? Nooo, gracias. “No soy un tipo de escritor que puede vivir sin escribir, puedo pasarme meses sin hacerlo”.

-Esos maravillosos títulos… los piensa al final y son en su mayoría citas de Shakespeare: Mañana en la batalla piensa en mí, Corazón tan blanco.

-Las dedicatorias de sus libros son como una minihistoria, con su mundo íntimo detrás: personajes, amistades, antiguos amores… (habría que investigarlo). “Y el telón se alza después de la dedicatoria”.

-¿Qué hay de nuevo? La próxima novela: Los enamoramientos (ed. Alfaguara).

-Sí, pero ¿qué hay de nuevo? Que el narrador es una mujer. Es la primera vez que usa una voz femenina.

-¿Y qué tiene de especial? En el fondo, nada, dice Marías: “Hombres y mujeres no nos diferenciamos en la manera de narrar o de mirar, y de reflexionar.

-¿Qué dice de su propia novela? “Enamorarse es un estado. Se considera algo positivo y redentor, pero también tiene el efecto contrario, en su nombre se pueden cometer las mayores vilezas. He visto personas convertirse en seres feroces”.

-Y él, ¿está enamorado? “Mmm, bueno, se puede decir que… sí”. (dicho con bastante timidez…)

MARTA DEL RIEGO

Vanity Fair, marzo de 2011