Editorial Reino de Redonda

Saludo a los libreros

Así como cae dentro de lo muy previsible que un editor acabe lanzándose a escribir, es mucho más raro que un novelista se meta a editor. Este es el caso de Reino de Redonda, seguramente la editorial más pequeña y pausada del Reino de España, ya que publica tan sólo dos títulos al año, o a lo sumo tres. Además, no tiene sede más que nominal, ni plantilla, ni equipo, ni colaboradores externos, ni encargado de prensa ni nada por el estilo. La formamos dos personas, una en Madrid, que soy yo, y otra en Barcelona, Carme López Mercader, encargada de las ediciones. La distribuidora Ítaca me hace el favor de colocar algunos ejemplares en las librerías.

Y sin duda ha de ser la única editorial que no hace cuentas: sé que es deficitaria, porque sus volúmenes están cuidados, llevan muy buen papel y encuadernación. Aun así ponemos a los libros precios razonables, y aun así no se venden mucho. La única forma de no deprimirse en exceso y arrojar la toalla consiste en ignorar a cuánto ascienden las pérdidas anuales y generales. Me basta con comprobar que el Reino no se arruina por ello y sigo adelante, hasta que me canse o me aburra.

Hasta 2008 Reino de Redonda ha publicado diecisiete títulos. Algunos son rescates fundamentales de autores fundamentales (Isak Dinesen, Joseph Conrad, Thomas Hardy, W B Yeats, Sir Thomas Browne, el capitán Alonso de Contreras o Sir Steven Runciman); otros son interesantísimos textos desconocidos en español (los cuentos de Richmal Crompton -la autora de Guillermo el Travieso, Guillermo Brown- o de Vernon Lee o de M P Shiel, el primer Rey de Redonda y pionero de la ciencia-ficción; el viaje por la España de Carlos III del inteligente y divertido Giuseppe Baretti, medio italiano y medio inglés; los recuerdos del fusilero Benjamin Harris, que combatió en la Guerra de la Independencia con Wellington). Ese es el único criterio: recuperar maravillosos libros olvidados y ofrecer algunos nuevos que en mi opinión deberían ser conocidos en mi lengua o en mi país. Y, por supuesto, cuidarlos todos por igual. Cada volumen lleva un prólogo, firmado casi siempre por algún autor indiscutible: Fernando Savater, Eduardo Mendoza, Antony Beevor, Arturo Pérez-Reverte, Francisco Rico, Juan Villoro, Manuel Rodríguez Rivero, entre otros. Y, habiendo sido yo también traductor, no hace falta decir que le damos la mayor importancia a esta tarea. Lo que sale de Reino de Redonda, así pues, es muy lento y muy modesto, pero se puede tener la certeza de que está en buenas condiciones. Y eso ya es mucho, creo yo, en los descuidados tiempos que corren. Gracias por su atención y un saludo cordial,

JAVIER MARÍAS